viernes, 21 de marzo de 2014

NECRÓPOLIS ROMANA EN LORCA

La presencia romana en Lorca está atestiguada por numerosos hallazgos pero no se ha podido situar con toda exactitud dónde estaba la necrópolis de Eliocroca. El hallazgo en el paraje conocido como Casa de las Ventanas, a cuatro kilómetros de la ciudad, cerca de la rambla de la Torrecilla, de una extensa zona de enterramientos cuya delimitación fue difícil porque eran bancales de continuada explotación, hicieron creer en un tiempo que se trataba de la necrópolis de Eliocroca.
Actualmente se dispone de información arqueológica que permite situar, en las laderas del Castillo y las tierras próximas al valle, un importante poblamiento en los siglos II y I antes de Cristo, y esa población, probablemente, utilizó para sus enterramientos la necrópolis ibérica de la Corredera. De esa zona se estima que procede la lápida de L. Rubellius, en base a su cronología antigua y a estar reutilizada como simple piedra en el portal de una casa lorquina desde el siglo XVIII. El cementerio de la Casa de las Ventanas queda excesivamente alejado, más de cuatro kilómetros del núcleo de población y no estaba situado en las inmediaciones de la Vía Augusta.
Hay documentada una necrópolis romana de incineración fechada en los siglos I y II después de Cristo, en las excavaciones realizadas en el glorieta de San Vicente para hacer el aparcamiento. El cementerio de Eliocroca entre los siglos V y VII estuvo situado entre las calles Selgas, Granero y Alfonso X.

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